Como
practicante del octavo semestre de Licenciatura en Pedagogía Infantil, en la Institución
Educativa Misael Pastrana Borrero, Sede Cooperativo; se realizó un estudio de
caso y en la medida en que se empezó a
diagnosticar, se pudo detectar un problema de agresividad en el niño “Justin”. Al desarrollar las diversas
actividades, se evidenció la condición del niño, se puede decir que estaba muy
avanzado para su edad (5 años), reflejado en sus reacciones y comportamientos
tales como: No responder a las llamadas de atención por la docente, no
expresarse a través del dialogo y la comunicación; sino a través de golpes, maltratos, insultos y gritos y la gran dificultad para relacionarse con sus
compañeros, oposición a realizar tareas en clase enfocado en la distracción.
Dada
esta condición y dada la suma de tantos antivalores, complicaban más la
situación, porque pareciera que se estuviera trabajando con un niño de mucha más
edad, sin exagerar, pero en realidad la situación era más compleja de lo imaginado.
Debido a la magnitud del caso, se buscó unir todos los recursos posibles y
actividades motivadoras, para desarrollar con el niño. Las cuales se hicieron
tanto individual, como en conjunto con sus compañeros y sus padres, porque la
situación había afectado su ambiente escolar, ya era señalado, estigmatizado,
habían problemas de autoestima por el distanciamiento del grupo hacia él, su
entorno familiar también era complicado, pues por la ausencia de recursos para
manejar la situación, muchas veces los padres optan por dejar el niño a la
deriva y tienden a resignarse, expresado en frases tales como: “ese niño ya no
lo controla nadie” “con él no se puede” “ él no me hace caso” “ es muy rebelde”
es un niño muy desobediente” “ yo le digo y le ando duro, pero él no entiende”,
“ aschhh siempre hace lo que quiere”.
En
conclusión puedo decir que el objetivo esperado durante el tiempo designado
para disminuir la agresividad del niño, arrojó resultados
significativos como: es más tolerante y su integración al grupo se evidencia en
cuanto a su aceptación, ya se relaciona con la docente siendo más respetuoso y
participa activamente en actividades pedagógicas, sin llamar la atención e
interferir en las clases con malas conductas, su actitud y aptitud han ido
cambiando poco a poco durante este proceso de recuperación personal ,dejando
una gran huella para su propia personalidad durante su vida futura.
Por: Yicela Valencia.
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