Grandes retos

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"¡Yo quiero,yo puedo, yo soy capaz!"

sábado, 23 de noviembre de 2013

COMPARTE CON LA INOCENCIA DE LOS NIÑOS Y ENSÉÑALES LO MEJOR DE TI


Durante cuatro años me dedique a formarme como docente de preescolar y hoy en día valoro mis esfuerzos y la dedicación que le he brindado a esta carrera. Me ha enseñado a querer  personas que con su imaginación, ocurrencias  e inteligencia hacen que cada día admire más, su mundo de juegos y aventuras.

Para muchos  quienes en la actualidad nos encontramos relacionados, a través de nuestra práctica profesional o de nuestros intereses intelectuales, en el  campo  de la educación, resulta interesante darse cuenta lo importante que los docentes nos volvemos para los niños. En esta oportunidad de mi vida, poniendo fin a una etapa de mis estudios, tuve la oportunidad de compartir con “Sebastián”  un niño de cinco años que tiene dificultades en su comunicación. Mediante ejercicios para fortalecer sus músculos faciales, pronunciación y articulación de palabras, logré que su lenguaje fuera más entendible y que la pronunciación de algunos fonemas relacionados con las letras R, LL y S  se fortalecieran.” Sebastián”, se expresa por medio de gestos y sonidos al interactuar y socializar con las docentes y compañeritos. La comunicación en el niño preescolar es vital para que pueda comprender y aprender de manera significativa y tener experiencias nuevas e importantes para su desarrollo intelectual, debido a que sin una buena vocalización y pronunciación no se desarrollaría de manera integral; es importante porque ahí el niño puede relacionarse con sus compañeros de la misma edad y así establecer diálogos comunicativos. Durante el proceso de práctica desde agosto hasta noviembre trabajábamos con dedicación, a pesar de los problemas de  tiempo reducido, y las inasistencias del niño al colegio,  que hicieron que se interrumpiera el proceso de enseñanza,  pero a pesar de los inconvenientes Sebastián hizo un esfuerzo muy grande y logró articular mejor las palabras. Es por eso que admiro como los niños son nuestro mejor modelo de esfuerzo, perseverancia y son los  mejores maestros. Trabajar con  niños es una experiencia incomparable, solo quien está sumergido en el campo educativo disfruta  ver crecer a personas, que con su gran talento hacen que cada día amemos más nuestro trabajo. Eso logró “Sebastián”,  sus risas, abrazos y besos hacían que recordara tiempos de mi niñez.

Nada se compara con  lo que experimenté con el niño, fue todo un reto para mi trabajar con él, empezando por conocer su ambiente familiar,  los seres quienes lo acompañan en su crecimiento, es una experiencia que más adelante me servirá para implementarla con otros niños que como él necesiten un poco  de ayuda para ser mejores cada día. Solo me queda conservar la esperanza de que la familia de “Sebastián” continúe con el fortalecimiento del aprendizaje que el niño adquirió en mis manos para que el trabajo logrado no haya sido en vano.





LICENCIADA EN PEDAGOGÍA INFANTIL
UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA 

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